Con el paso del tiempo se forma una capa de aceite en la pared interior de las tuberías.
La acumulación de la capa de aceite entorpece el flujo y reduce la cantidad de refrigerante disponible.
La eficiencia de la transferencia de calor se ve disminuida, pues la capa de aceite actúa como aislante, ocasionando que el sistema tenga que funcionar durtante más tiempo para alcanzar la temperatura objetivo.